¿Anchoas con leche condensada? ¿Fresas con mejillones? ¿Puede estar esa combinación rica? Bien es sabido que la afición por la cultura gastronómica ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. El acceso a la información y a la tecnología ha permitido, sin duda alguna, un mayor avance y conocimiento del mundo que nos rodea, y el universo culinario no iba a ser menos. El término anglosajón “foodpairing” proviene de las palabras “food”: comida; y “pairing”: emparejamiento; y da nombre a un método científico que identifica qué alimentos combinan mejor según su sabor, digestión o, también, desde un punto de vista nutricional.
No obstante el invento de moda no tiene mucho recorrido ya que fue ideado en nuestro siglo veintiuno por Heston Blumenthal, un chef británico que experimentando con los alimentos se dio cuenta de maridajes tan sorprendentes como el del caviar con el chocolate blanco. Para responder al porqué de esta sabrosa sinergia contactó con François Benzi de una de las compañía suizas más prestigiosas a nivel mundial de fragancias y sabores. Comparando y estudiando ambos alimentos se dieron cuenta de que tanto el caviar como el chocolate blanco compartían la mayoría de sus componentes. Y de ahí nació la idea del foodpairing, toda una enciclopedia de combinaciones que hacen de las elaboraciones exponentes perfectos de la profundidad del sabor y el buen gusto.
Pero os preguntaréis, ¿Por qué preguntar a una casa de fragancias si estamos hablando de alimentos? Pues bien, contrariamente a lo que se cree, sólo el 20% de nuestra experiencia sensorial que se activa cuando saboreamos un plato proviene del gusto. El 80% restante proviene del olfato. Los aromas son los impulsores clave de nuestra experiencia palatal y, por lo tanto, son cruciales para la sinergia entre alimentos y bebidas. Casi todo lo que llamamos gusto es en realidad aroma. Por ejemplo: ¿Alguna vez os habéis preguntado porqué los catadores de vino siempre huelen la copa antes de saborearla? Pues bien, ahora que ya lo sabéis la respuesta es sencilla, sin esa experiencia olfativa, se perdería al menos la mitad del gusto de un buen vino.
No obstante ¿cómo elaboran científicamente este croquis de combinaciones? Pues atendiendo en su mayoría a los olores y aromas que desprenden los alimentos con una técnica conocida como “Gas chromatography coupled mass spectrometry (GC-MS)” que disgrega los diferentes aromas que contiene cada alimento. Por ejemplo: Una fresa contiene hasta doce tipos de aromas diferentes pero sólo dos o tres determinan el sabor específico de la fresa, sustrayendo estos elementos y estudiándolos junto a otros algoritmos, da lugar a que los aromas esenciales de la fresa son el olor a “asado” como el chocolate, el olor caseoso como el parmesano, y el cítrico como la albahaca. ¿No te lo crees?
Si quieres sorprender a tus invitados o sorprenderte a ti mismo combinando alimentos súper heterodoxos para crear platos exóticos, creativos y, sobre todo, que hagan una perfecta combinación, no dejes de sumarte al movimiento foodpairing. Además Ñam Ñam Box, siguiendo el exquisito gusto e intuición del chef Antonio Muro atiende a la perfección a la experiencia tanto gustativa como olfativa que debe desprender un plato de alta cocina, por ello, con mucho mimo y dedicación todos los alimentos de Ñam Ñam Box están dispuestos con sabiduría y creatividad para que disfrutes como nunca de la cocina de vanguardia en tu casa.